domingo, 28 de marzo de 2010

Yo ya no soy la misma

Ayer, ayer, ayer.
Nunca olvidaré el día de ayer. Aunque con unos tragos, puedo hacerlo.

Todos me lo decían, es inevitable, tienes que hacerlo. ¿Qué más puedes hacer? Tarde o temprano tenía que pasar.

Pero ¿por qué tan temprano?, me preguntó yo.

Fui, con mi mamá, ojalá ella me sirva de amuleto, para que nada de lo que no quiero que pase, pase.
Llego, mi amiga M estaba ya dentro.
o.o
Nooooo...
Noooo quiero hacerlo.

Voy, entro.
Hola profe, qué tal?

Ya se pueden imaginar de qué trata todo esto.

Media hora de rodeos, y no dijimos nada.
Sonrísas tontas y ceros ceros.
"Vengan mañana"
Salimos, tristes, y yo llorona como siempre. Sabíamos que mañana iba a ser lo mismo.

K que nos esperaba afuera nos dice a mí y a M, "¡vayan ya a pagarle!"

Yo: o.o
M: vamos, Jo.
Yo: o.o
M: yo voy a ir
Yo: toma mio o.o

Y M se fue, se fue y se fue.

Volvió.
¿y?

Ya está, todo listo. Tendremos 15.
¿Y cómo fue?

Esta es una historia real, contada por M.

Yo entré pues, y el profe me dice -yo pensaba que ya te habías ido-. Y me dice - ¿qué pasó?- Entonces ahi le dije -Profesor quiero pagarte-. Él me dice - ¡¿QUÉ?! - haciéndose el ofendido. Entonces yo le dije: -sí profesor, quiero pagarte-. Y él, -¿dónde está la Jo? - no sé atreve a decirte profesot- ah y ¿cómo sé que no me estás grabando?- Yo le digo- No profesor, mira mi celular, mira mi cartera, no tengo nada.- Y ahi me hace pasar y me dice que apunte nuestros apellidos en un papel.

Y eso fue todo.
Nada más.

El camino de vuelta a casa en motocar, fue un camino al infierno.
El motocarrista qué habrá pensado, que mi marido me dejó jajaja.

No sé cómo afectará esto en mí, mi herida cierra al toque, pero yo sé que nunca más seré la misma. Y no porque ahora lo quiera hacer siempre, sino que ya no estaré tan orgullosa de mí.