lunes, 27 de octubre de 2014

Hasta el final...Al final el camino toma dos rumbos.

Es decir, o sea, digamos, ¿piensas que para construir los sueños, construir momentos lo lograrás solo soñando? ¿Viviendo en tu mente cosas que no son ciertas?
Ciertamente las cosas que pasan en nuestra mente son reales para nosotros, quizás podemos engañarnos a nosotros mismos, pues la mente es un universo interminable de pensamientos y sensasiones. Pero hay momentos para todo.

Cuántos años crees que es suficiente para pasar lo que está en tu mente a la realidad, siquiera avanzarlo en un 40 por ciento, si quiera avazar en las ganas y la decisión, y no en la desidia, en el encaprichamiento de cosas poco infructuosas que no hacen que lo que esté en tu cabeza se haga realidad.

Vienes acá y te ensañas en decir que no se valoran tus acciones, pero dime ¿qué acciones?
Ja.

Es irónico.

Cómo después de muchas lunas, soles y lluvias amargas, tienes el descaro de decir que existe abandono o rendición. ¡Por favor!
Quizás al final, el influeciado por disney y por el "amor para toda la vida" eras tú, no yo.

Aunque quizás sí lo seas, sí lo hubieras sido, si quizás nunca nos hubiéramos conocido. Quizás ahora serías un genial hombre, seguro de sí mismo, sabiendo bien lo que quiere, aunque no sea lo que los demás esperen, pero teniendo las cosas claras. Creo que es lo importante. Y con más razón si se tiene alguien que te acompañe en el camino.
Pero al final, un camino que no quisiste recorrer de la mano.
Creo que no sería adecuado recordar el porqué te quedaste en el camino de construir tu sueños, nuestros sueños.
Las cosas ya están hechas.
Y si en algún momento nos volvemos a encontrar, y a volver a conocernos, y quizás volver a enamorarnos, quizás, quizás, sólo quizás.
Pues no es fácil, no creas que lo es.